Una vez más, la familia Kirchner fue procesada por lavado de dinero, pero esta vez debido al negocio hotelero. En la causa, sin embargo, aún no hay detenidos.
Fue por decisión del juez Julián Ercolini, quien investiga la causa Hotesur, en la que se indaga el alquiler irregular de las propiedades con un origen ilícito. Además en el caso se procesó al empresario Lázaro Báez, su hijo; Víctor Manzanares; la sobrina de la ex presidenta, Romina Mercado y el socio de la familia, Osvaldo Sanfelice.
Para el juez el negocio hotelero se originó con el fin de lavar dinero, contando así con un fondo aparentemente legítimo, pero que estaba encubierto por una sociedad de la que formaban parte los acusados. Así se habría entramado, según el magistrado, una defraudación al Estado.
En este nuevo giro se trabó un embargo de 800 millones de pesos para cada uno de los acusados. Ya se había realizado un procedimiento similar a la hija de la ex presidenta, Florencia Kirchner, por 4,6 millones de dólares hace dos años.
El complejo de hoteles se encuentra actualmente, en su mayoría sin actividad. La propiedad que se dedicaba al alquiler era de Lázaro Báez, Valle Mitre SA, que a su vez contaba con la ayuda económica de Austral Construcciones SA, otra empresa del mismo dueño. La misma adquirió varios contratos de obra pública en su empresa de origen.